lunes, 20 de febrero de 2017

Texto 8: Coplas a la muerte de su__________. Diario de un refugiado VI (viernes 3 de marzo)


En este capítulo narraréis vuestra peligrosa experiencia en el mar. Como se explicó en el anterior texto, os habéis subido en una barca sobrecargada de pasajeros y con pésimas medidas de seguridad (entre ellas chalecos salvavidas de poca calidad que no se corresponden con vuestra estatura). La experiencia en el mar resulta verdaderamente dura: las temibles olas, la terrorífica oscuridad, la agobiante falta de espacio, los peligrosos animales marinos, el hambre y la sed… En estas circunstancias, viviréis la dolorosa pérdida de acompañantes (las causas de las muertes pueden ser de distinto tipo) y, entre ellos, uno de vuestros seres queridos, lo cual os llevará a quedaros solos definitivamente al llegar a tierra.  
ESTRUCTURA DEL TEXTO
Primera parte: comienza la travesía
Comenzaréis el texto con los siguientes versos de Jorge Manrique:

“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir…”

Tras estos versos, empezaréis relatando vuestra subida al barco, el momento del día en que ocurre, junto a quién vais y en qué parte del barco y explicaréis la impotencia de haberos quedado sin equipaje (sin los últimos bienes materiales de vuestra vida anterior). En relación con este último sentimiento, incluiréis los siguientes versos del poema:

“Los estados y riqueza,
que nos dejen a deshora
¿quién lo duda?
No les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda,
que bienes son de Fortuna…”

Segunda parte: el mar es el morir
Continuaréis con el relato de vuestras primeras sensaciones en el mar, vuestros miedos (a las olas, a la oscuridad, a los animales marinos...) y todo lo que se os ocurra sobre ese comienzo de una travesía en la que sabéis que vuestras vidas están en juego. A continuación, incluiréis los siguientes versos que darán paso al momento más doloroso:

“contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando...”

Tras estos versos, debéis relatar cómo el viaje se complica por alguna razón (condiciones meteorológicas y oleaje, duración excesiva y falta de alimentos, mal estado de la embarcación y los chalecos ante cualquier complicación por pequeña que sea…) y en ese proceso empiezan a perder la vida varias personas, entre ellas, vuestro ser querido.

Tercera parte: la dolorosa pérdida

En este apartado, como Jorge Manrique en sus coplas, os centraréis en recordar y ensalzar la figura de vuestro ser querido, todo lo que significó para vosotros. Vuestra alabanza se dividirá en dos partes, cada una de ellas iniciada por unos versos manriqueños:

  • Comenzaréis con los versos “Sus grandes hechos y claros / no cumple que los alabe, /pues…” y continuaréis a partir de “pues” hablando de todas las cosas buenas que hizo en vida.

  • Después seguiréis con “No dejó grandes tesoros, / ni alcanzó muchas riquezas, / pero…” y continuaréis a partir de “pero” expresando todo lo que significó para vosotros, todos los sentimientos que tenéis hacia esa persona (debéis pensar en la persona real, en ese familiar vuestro, para expresar los sentimientos con autenticidad).

Finalmete, concluiréis esta parte del texto con los versos finales de Jorge Manrique:

“y aunque la vida perdió,
dejónos harto consuelo
su memoria.”

Cuarta parte: ¡tierra a la vista!

Tras el horror de la experiencia en el mar, debéis relatar vuestra llegada a tierra eligiendo una de estas tres opciones:
  1. El barco de una ONG os encuentra a la deriva y los voluntarios os rescatan, os suben al barco y os proporcionan cuidados: os abrigan, os dan de comer y beber y os prestan una mínima atención psicológica hasta dejaros en tierra en manos de las autoridades del país al que habéis llegado (aún no el soñado por vosotros).
  2. Vuestro barco llega a la costa después de las dificultades. Ya estáis en un país más seguro, aunque aún no el soñado. Ahora toca caminar junto al resto de supervivientes durante kilómetros y kilómetros, horas y horas hasta llegar al primer registro policial (tendréis que hacer más de una noche a la intemperie).
  3. En estado de inconsciencia después de una situación extrema en la mar sois arrastrados a la costa, donde sanitarios voluntarios os reaniman, despiertan y os conducen en un automóvil hasta el primer registro policial (estáis en un país más seguro, pero aún no el soñado).
Pondréis punto final al texto con estos versos manriqueños:
“cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.”

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