miércoles, 5 de abril de 2017

Texto 9: Locus amoenus / Beatus ille. Diario de un refugiado VII (23 de abril)

Llegáis al registro policial de control de fronteras y, tras pasarlo, os indican el camino que debéis seguir para llegar a un lugar de acogida: se tratará de un campo de refugiados. Este es un momento de vuestra ruta en el que las horas pasan muy lentas (la espera para pasar el control, las dificultades para entenderos con las autoridades, el camino hasta el campo de refugiados) y vuestra cabeza no para de dar vueltas (al pasado, al presente y al futuro). Por ello, este es el episodio más reflexivo, pero también el más poético, pues la lírica siempre ha sido una herramienta esencial para canalizar la expresión de los sentimientos y emociones que producen las distintas situaciones vitales.
Por lo tanto, en este episodio, más que la narración, importan la reflexión y la expresión de sentimientos. Para escribir este texto, tendréis que cumplir, además, algunos requisitos y elegir una de las dos opciones que serán explicadas a continuación (según la opción elegida, titularéis vuestro relato con el nombre de uno u otro tópico).
Opción A (Locus amoenus)
Mientras esperas a pasar el registro policial, vuelves a ver a tu “amigo” o “amiga” de quien te separaste en el primer episodio. Realizarás una descriptio puellae de él o ella y expresarás mediante recursos literarios los sentimientos que te provoca volver a ver a esa persona.
Una vez pasado el control policial, escribirás sobre tu reencuentro con él/ella en el exterior y describirás el lugar en el que ocurre utilizando algunas figuras literarias y siguiendo el tópico del locus amoenus. Desafortunadamente, vuestros caminos se tendrán que volver a separar porque él/ella y su familia han conseguido el permiso de asilo en otro país (aunque, si lo deseáis, puede haber promesa por su parte de ayudaros desde allí). No obstante, el carpe diem regirá ese momento.
Después, contarás cómo te diriges con otros refugiados al campamento en el que os veis obligados a instalaros por no disponer de recursos para otras opciones. Expresarás el sentimiento de desesperanza causado por tu situación a partir de los versos de Santa Teresa “Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero, / que muero porque no muero...”
Opción B (Beatus ille)
Escribes, utilizando algunos recursos literarios sobre lo que pasa por tu cabeza mientras esperas a pasar el control policial en la línea del tópico aurea mediocritas (después de todo lo vivido, te muestras conformista y aspiras a una vida sencilla, un término medio, alejado de los excesos).
Una vez pasado el control policial, cuentas cómo inicias tu camino hacia el campamento al que os han indicado que debéis dirigiros. Estáis en una zona de campo que te reconforta y te hace sentirte libre. La describes y expresas los sentimientos que te produce basándote en el tópico del beatus ille (elogias la vida del campo frente a la ciudad) mediante el empleo de algunas figuras literarias. El bienestar que te producen esos momentos, después de todo el sufrimiento, es reflejo del carpe diem.
Sin embargo, la llegada al campo de refugiados, en el que un grupo de inmigrantes os veis obligados a instalaros por no disponer de recursos para otras opciones, cambia tu estado de ánimo y, así, torna la desesperanza que expresarás a partir de los versos de Santa Teresa “Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero, / que muero porque no muero...”.
Requisitos
Los textos pueden estar escritos completamente en prosa o mezclar prosa y verso (utilizando este cuando hay que incluir los tópicos y/o cuando se introducen los versos de Santa Teresa). En cualquier caso, deben ser textos de carácter lírico (expresión de sentimientos) en los que utilicéis un lenguaje marcadamente poético y de influencia renacentista. Para lograrlo, debéis incluir:
  • el empleo de figuras literarias (metáforas, comparaciones, hipérboles, antítesis, sinestesias...).
  • Al menos una alusión a la mitología (por ejemplo, haciendo una comparación con un personaje mitológico).
  • el reflejo del estado de ánimo mediante elementos de la naturaleza (por ejemplo, la brisa fresca o el paisaje florido pueden ser metáforas de la alegría, mientras los vientos fríos y la flora marchita pueden serlo de la tristeza).

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